Estrategias de aprendizaje para la elaboración y producción de discursos expositivos y narrativos orales en español como lengua extranjera
Las propuestas metodológicas actuales, en lo que a la enseñanza de lenguas respectan, tienen como punto central el desarrollo de las destrezas orales en el aula, teniendo por objeto que el estudiante llegue a ser competente en el uso de la lengua. Ello quiere decir que la labor docente tiene como fin último adquirir paulatinamente las competencias lingüísticas necesarias para ello, a saber, la gramatical, la léxica, la pragmática, la sociolingüística, la comunicativa, etc. A estas competencias generales de la lengua cabe añadir la estratégica, que cobra especial interés en las últimas tendencias metodológicas. Tal es así, que cualquier diseño curricular actual que se precie ha de prestar atención al componente estratégico como un elemento más que desarrollar en las aulas de lenguas en particular. Con ello se pretende hacer al aprendiz de lenguas un hablante estratégico que pueda, por un lado, desenvolverse en un acto de comunicación con sus propios recursos lingüísticos, y por otro lado, que sea capaz de reflexionar sobre su propio proceso de aprendizaje, y de ese modo, fomentar tanto la autonomía como el deseo de aprender durante toda una vida. Sin embargo, muy raras veces se presta atención en los manuales o en los programas de español como lengua extranjera a este componente del aprendizaje estratégico y a su implementación en el aula de manera sistemática y al mismo nivel que el resto de elementos curriculares como pueda ser la enseñanza de gramática o léxico, por citar algunos de ellos. Así pues, cuando nos surge la pregunta de qué es lo que distingue a un buen estudiante de lenguas del que no lo es, la respuesta puede residir precisamente en el desarrollo de las estrategias que permitan la consecución de las tareas de lengua de manera efectiva al poner en marcha los mecanismos cognitivos, metacognitivos y socioafectivos necesarios para ello. De esto se desprende que del mismo modo que enseñamos a los estudiantes de lenguas unos contenidos gramaticales, de léxico o fonéticos, no hemos de olvidarnos del motor que puede hacer que esos contenidos relacionados con la lengua en uso puedan llevarse a cabo con mayor éxito, es decir las estrategias de aprendizaje. De esta manera, se obtiene como resultado aprendices de lengua con un incremento de la competencia comunicativa