Descripción:
n este trabajo pretendo demostrar la trascendencia en la literatura española del torero-escritor sevillano Ignacio Sánchez Mejías (1891-1934), que fue un importante hombre de cultura en los albores del siglo XX y una figura polifacética, por lo que se intenta abordar sus máscaras más significativas: torero, dramaturgo, novelista, periodista, conferenciante, poeta, partícipe en la celebración del centenario de Góngora en 1927, amigo de los poetas del 27, personaje poético… En primer lugar, estudiamos datos biográficos del torero-escritor para conocer su vida, personalidad y muerte. Indagamos en su relación con la generación del 27, vislumbrando su verdadero papel en el centenario de Góngora, celebrado en Sevilla en 1927. Se profundiza en la imagen mítica del torero, convertido en protagonista de composiciones poéticas escritas por Luis Fernández Ardavín, Miguel Hernández, Mariano Brull, Rafael Alberti, Benjamín Péret, Gerardo Diego, Domingo Manfredi o Federico García Lorca. Analizamos la producción literaria del lidiador, demostrando que trató de innovar en muchos de sus textos. Primero se indaga en su teatro y se realiza un recorrido por el teatro español de inicios del siglo XX, para situar su producción dramática en un contexto teatral y comprobar que pretendió renovar la escena española de su época, acercándose a la vanguardia. Se estudian sus piezas teatrales y se comparan con obras coetáneas y posteriores: Sinrazón, relacionada con el surrealismo, con las teorías de Freud y con la locura; Zaya, donde su protagonista se sumerge en la nostalgia de su pasado taurino; Ni más ni menos, especie de auto sacramental sin sacramento, enlazado con la vanguardia; y Soledad, que está inconclusa. Se hace un repaso de las críticas de sus obras representadas: Sinrazón y Zaya. Se estudia su novela La amargura del triunfo, que ahonda en temas como la corrupción en el mundo taurino, los sinsabores de un torero…, y se compara con otras novelas de su época. Se observa la introspección psicológica del protagonista, que deja traslucir las emociones de su autor. Se revisan otras facetas de Sánchez Mejías: fue periodista en La Unión de Sevilla, en 1925, y en Heraldo de Madrid, en 1929; ofreció conferencias en San Sebastián, en 1928, y en Nueva York, en 1929, cuyos textos son examinados; compuso con la Argentinita el espectáculo flamenco Las calles de Cádiz, que supuso una novedad en el baile español de su tiempo; su faceta de poeta se manifiesta en el lirismo de sus textos, en una epístola en verso que envía a Cossío, y en un poema dedicado a su hija. Además, se ha contemplado la huella del torero-escritor en la actualidad, pues se han elaborado espectáculos, documentales, obras inspiradas en su vida y muerte, y homenajes, especialmente organizados por la Peña Taurina Ignacio Sánchez Mejías. Para efectuar el análisis de la figura de Sánchez Mejías y de su producción literaria, se ha realizado una investigación, examinando periódicos de la época, críticas teatrales de 1928, libros, documentos y artículos de principios del siglo XX y actuales, páginas web; se ha visitado la sede de su peña taurina en Manzanares y se ha entrevistado a familiares del autor y a miembros de dicha peña. En conclusión, Ignacio Sánchez Mejías fue un hombre significativo en la literatura española y en la tauromaquia de principios del sigl