Congreso Internacional «Travesías intelectuales. Figuras y proyectos (1959-1992)»

Descripción:
Aunque resulte escurridiza y sus precedentes sean remotos, la del intelectual es una figura indisociable de la construcción de las literaturas y las sociedades modernas. Podrán discutirse su alcance y sus contornos, pero no la existencia de la función intelectual, que ha sobrevivido a todos sus epitafios transformándose y reubicándose en el margen de acción que abrían las coyunturas sucesivas. La horquilla temporal de este congreso abarca tres décadas abigarradas que acaso puedan leerse, pese a sus contradicciones y discontinuidades, como un ciclo en el que el ascendiente de los intelectuales y sus espacios ideológicos conocieron fuertes virajes y una acusada erosión. Si el reingreso en una etapa de desarrollo y la reconstrucción de la clase media tras la guerra aparejaron la dinamización de la vida cultural y la ampliación de su público efectivo, no obstante, de entonces data también la incipiente pérdida de peso de la cultura letrada y una rebaja de las propuestas maximalistas en favor del pragmatismo en la imaginación política, lo que se tradujo en el arrinconamiento de cierto perfil de intelectual y en la exploración de otro ethos y otros modos retóricos. Fueron muchos los cambios que este congreso quiere pensar conjuntamente: el apogeo de la técnica en los sesenta; los setenta como edad dorada de una vanguardia que anudó experimentación intelectual y existencial; el ingreso en un sentido común que exploró el encaje entre instituciones democráticas y acción cultural en los ochenta; los noventa como eclosión triunfal de una intelectualidad conservadora cuyo rearme fue lento.

La secuencia es tan simplista como grosera; querría, con todo, deshacer la inercia que identifica la vida intelectual exclusiva o preferentemente con la izquierda al precio de ignorar las travesías del pensamiento conservador y el reaccionario. Valgan dos palabras más sobre el espíritu del congreso: la aludida noción de travesía responde a la voluntad de que los estudios de caso se inscriban en un planteamiento atento a las transformaciones y derivas experimentadas por las ejecutorias que se analicen. No es esa la única premisa que mueve el congreso, que quisiera conjurar el excesivo personalismo que impera en la historia de los intelectuales prestando un atención equiparable a las infraestructuras editoriales, periodísticas y políticas que permiten la vida intelectual. Son, para acabar, varios los ángulos adicionales que se proponen a los ponentes: desde las representaciones y autorrepresentaciones del intelectual hasta la reconstrucción de polémicas y debates que arrojen luz sobre los seísmos de una época convulsa.

Más información en la página web del congreso.
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