Alcanate. Revista de Estudios Alfonsíes
El nacimiento de cualquier ser humano o ambición hecha realidad, como en el antiguo rito judío de la presentación en e! templo o en las artes de juglaría, siempre ha venido precedido y acompañado de una liturgia de bautismo o presentación a la familia y al pueblo.
Y dentro de esta liturgia, cúmpleme, como Presidente del Comité Editorial, hacer la presentación de una revista que comete la osadía de presentar al mundo intelectual de los estudiosos de la Edad Media, la vida, arte y milagros de un Rey que, por su universalidad, permanece vigente en e! curso de! tiempo, focalizando por sí mismo la atención de los cinco continentes.
El bautismo de ''ALCANATE', como compendio actualizado de las publicaciones y trabajos históricQs-literarios que a través de las distintas Universidades y Centros de Estudios Medievales vari surgiendo en torno a la cultura Alfonsí, toma carta de naturaleza cuando se convierte en documento aglutinador, y en forma escrita testimonia el contenido de esta revista que hoy presentamos.
Que el entorno del Castillo de San Marcos, del que la Casa Caballero es propietaria, sea la cuna del nacimiento de esta revista, no es mera coincidencia sino necesidad histórica de que el Centro de Estudios Alfonsíes discurra entre los pasillos y almenas del que fue el centro de armas y letras preferido del Rey Sabio en los asentamientos posteriores a la Reconquista de la comarca.
Si con el patrocinio y nuestra colaboración con la nueva revista podemos rendir el culto debido a nuestro gran Rey Sabio y facilitar con ello áreas de conocimiento histórico, habremos cumplido con nuestra obligación de transmitir lo que el destino puso un día en nuestras manos.
Nada de esto hubiera sido posible sin la ayuda de la Cátedra de Historia Medieval de Sevilla, bajo la dirección del Profesor Don Manuel González Jiménez, del Catedrático de Literatura Románica de Granada Don Jesús Montoya y la intensa labor de ilustres académicos y estudiosos del lugar como Don Luis Suárez Ávila y Don Luis Mora-Figueroa Williams, a quienes desde estas páginas y en nombre del Comité Editorial, agradezco su inapreciable asistencia.
Presidente del Comité Editorial
Luis Caballero